
Malditos electrodomésticos inevitables. Nos persiguen por todas partes
con todas sus formas mutantes. Todo esta electrificado. Y no hay luz.
La oscuridad se llena con los inmutables leds de cargadores, recargadores,
transformadores, adaptadores... muchos malignos aparatitos con el mismo fin:
estropearse en el momento menos oportuno. Y los demás –siempre
con las pilas fundidas. Así que: desenchufé.monos... no hay más truco.
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